Casteller es el colegio de magia y hechicería de la actual España, construido bajo Toledo tras la caida del imperio romano, con el tiempo dejo de tener esa gran importancia y prestigio con la que contaba en el Medievo.
La principal base de la escuela es dejarse llevar por la magia. Olvidarse de las normas escritas y usar la imaginación para lograr que la magia adquiera un nuevo nivel. Las clases, aparte de enseñar los hechizos y pociones conocidos, se encargan de dejar que sus alumnos inventen y experimenten con la magia. Esto provoca más de un accidente. Por supuesto está prohibido buscar hacer magia negra con los experimentos, está penado con la expulsión.
Como hemos comentado antes, Casteller está construido bajo tierra, a muchos metros por debajo del nivel de la tierra. Lo que se encuentra debajo dejaría a cualquiera impresionado. Largos corredores con paredes de oro, lámparas ostentosas y salones lujosos que nada tenían que envidiar a cualquier palacio de la superficie.
Para acceder al colegio se utiliza un pozo encantado. Solo puede entrar alguien que posea magia en su interior, al colocar la mano en una piedra concreta del pozo esta detecta si hay o no magia y permite el acceso al mago o bruja, que ha de saltar por el agujero cayendo grácilmente por una corriente mágica de aire que ralentiza la caída para evitar que se espachurren contra el suelo.
Los actuales directores de este colegio son Elvira y Pelayo de León, quienes tienen fama de excéntricos por las continuas fiestas que celebran y los festivales y concursos de magia.
El uniforme es de color negro con pequeños detalles dorados, inspirado en el escudo del colegio que presenta dos cestas las cuales hacen referencia a ese vacio que la sabiduria ha de llenar.